Comida de cumpleaños entre mujeres

Anika y su amiga Silvia,me recogierón a las dos de la tarde para ir al restaurante „ La vaca en el tejado“.

Un restaurante cón especialidad en carnes. Bastante bueno. Esta vez comí muy bién. El ambiente fue „chevere“. 
Estabamos la abuelita, y la mama de Silvia, ella, Anika, y yo.
 Hablamos de absolutamente todo, por supuesto del consultorio „amoroso“ del cual ya en la página anterior informo y respondo, de los taxistas decentes, a los cuales casí consideras de la familia, de la cirugia plastica que ya, tiene poco sentido y de muchos mas temas.
Quedamos en que, la semana que viene yo las invitaría a una comida alemana.

A las dos horitas, sú taxi-amigo, los otros te pueden raptar, robar, o, no hacer nada, como en un noventa y ocho por ciento de los casos. Nos trajó a la calle Acacias 617 entre Ficus y las Monjas.


Eran las cinco y el sol estaba en todo su explendor. Esto es, el calor era de nuevo insoportable

Quede en casa viendo una malisima tele y sudando, a pesar de poner una y otra vez el aire.

Me he despertado con la cabeza despejada y estoy como se ve escribiendo. Mi desayuno hoy ha sido uvas, una torta sin sal cón mermelada, y un cáfe con leche. Por lo pronto estoy sin programa.

Espero romper el „inneren Schweinehund“ y hacer algo muy „chevere“.